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El barómetro es, por tanto, un instrumento meteorológico para detectar las variaciones de la presión atmosférica más que un término para designar el concepto de fluctuaciones de algo, o para indicar hacia donde van las tendencias. Se habla mucho del barómetro de opinión en los medios de comunicación, del barómetro de las empresas, del barómetro del mundo del trabajo o incluso del barómetro inmobiliario.
Precisamente, según un barómetro de medios realizado a principios de enero, supimos que a 4 de cada 10 ciudadanos no les interesa este tipo de información. Y, aunque no tenga nada que ver con el clima, este tipo de barómetros resalta una tendencia basada en los resultados de una medición.
En este artículo, nos centraremos en el barómetro como dispositivo meteorológico que mide la presión atmosférica. El barómetro es el mejor amigo de los jardineros, pero no solo eso. También es un dispositivo de medición meteorológica que no requiere ningún aporte de energía para funcionar.
Es a E. Torricelli, físico de la corte del duque de Toscana, a quien debemos el primer barómetro desarrollado en 1643. En su versión más habitual, se trata de un aparato que consta de un mecanismo de funcionamiento, una esfera graduada y una aguja. Pero también existen muchos otros modelos de barómetros, desde los más mecánicos hasta los más electrónicos y conectados. Entre ellos podemos citar:
Con su barómetro integrado, la Estación Meteorológica Inteligente Netatmo proporciona datos meteorológicos ultra geolocalizados en tiempo real. Anticipe con precisión cómo será el clima en las próximas horas, ¡y reciba la información, directamente en su teléfono móvil! Combine termómetro, higrómetro y por supuesto barómetro en un solo dispositivo.
Aunque su utilización está muy generalizada, el barómetro es un instrumento poco fiable, o al menos, no tanto como otros instrumentos de medición meteorológica más precisos. En comparación con dispositivos como el termómetro de mercurio, el higrómetro o incluso el anemómetro, el barómetro proporciona mediciones mucho menos exactas para pronosticar el tiempo durante varios días. Los únicos pronósticos meteorológicos suficientemente fiables que se pueden hacer a partir de un barómetro son solo para las horas próximas.
¿Por qué es así? El barómetro es muy sensible a los movimientos de masas atmosféricas. Es decir, a las variaciones de presión. Sobre todo, a las provocadas por la velocidad del viento. Por tanto, una simple ráfaga de viento puede hacer que la manecilla del barómetro se mueva, lo que hace que predecir el clima solo a partir de un barómetro sea una quimera. Para hacer un pronóstico fiable, no solo se debe tener en cuenta la presión, sino también la temperatura, la humedad y la geografía.
De hecho, la aguja del barómetro se mueve en tiempo real en función de las variaciones de la presión atmosférica. Por otra parte, las tendencias de la presión atmosférica indicadas por el barómetro son bastante estables. Puede detectar fácilmente un anticiclón (cuando la presión aumenta bruscamente) o una depresión (cuando la presión desciende bruscamente).
Esto también ocurre así en el caso de los barómetros electrónicos, conectados e inteligentes: es extremadamente difícil predecir el clima con certeza solo a partir de la presión atmosférica.
Sin embargo, si no solo se tiene en cuenta la velocidad del viento, sino también la geografía, temperatura y humedad, se puede avanzar hacia un pronóstico del tiempo más preciso que un simple barómetro.
Aunque el barómetro de la Estación Meteorológica Inteligente Netatmo no es más eficiente o fiable que un barómetro convencional, le brinda la oportunidad de combinar todos sus datos meteorológicos en un solo dispositivo para obtener pronósticos más precisos.
Y ahora, vayamos al meollo de la cuestión: el barómetro es un instrumento que mide la presión atmosférica. ¿cómo leer la información que nos proporciona?
Como hemos visto, la aguja de un barómetro mecánico reacciona según la presión atmosférica ambiental. Esta aguja oscila entre 960 y 1060 hPa (la unidad de medida de la presión atmosférica). Hay que saber que la presión atmosférica media a nivel del mar es de 1013 hPa: esta es una cifra importante para poder interpretar correctamente los resultados del barómetro.
Cuanto más baja esté la aguja (y por tanto, más baja sea la presión atmosférica), peor será el tiempo: lluvia, frío, niebla, nubes, etc. Y cuanto más alto suba la aguja (más aumenta la presión atmosférica), más cálida es la temperatura, el tiempo es más soleado y el clima más agradable.
Si queremos profundizar más aún, hay que saber analizar las variaciones de presión, porque son sobre todo estas las que nos permiten predecir el tiempo que vendrá.
La presión constante de la aguja del barómetro, con poca variación, significa buen tiempo, por lo general.
Si la presión del aire aumenta rápidamente a medida que cambia el tiempo significa que el tiempo está mejorando. La temperatura será más agradable cuanto más se acerque a los 1015 hPa. Si rebasa ese límite, es muy probable que llegue el buen tiempo.
Sin embargo, si la aguja del barómetro cae (porque la presión atmosférica disminuye) a un ritmo sostenido, es probable que se produzca una tormenta. Y si la presión cae por debajo de 1000 hPa, o incluso por debajo de 990 hPa o 980 hPa, es posible que incluso la tormenta se vuelva tempestad. ¡A refugiarse toca!, aunque en nuestro país, esta situación no es tan frecuente.
Si la aguja baja de forma lenta y la presión se mantiene por debajo de 1015hPa, esto simplemente significa que está llegando la lluvia y que durará unas horas… o incluso varios días, siempre y cuando no suba ninguna aguja como, por ejemplo, la de la presión atmosférica.
Por último, hay que tener en cuenta que presión una presión fuerte indica un clima tranquilo más que un clima verdaderamente agradable.
Ahora ya tenemos todas las claves para leer correctamente un barómetro. Pero no hay que olvidar que, aunque sean aparatos fiables para medir la presión atmosférica, ¡no lo son tanto para medir la temperatura! Sin embargo, seguimos fiándonos de los barómetros, aunque seamos conscientes de que son dispositivos en los que no se puede confiar con total certeza.