Barómetro

Un barómetro es un instrumento utilizado para medir la presión atmosférica. Se utiliza sobre todo en meteorología, como complemento de otros instrumentos, y proporciona datos importantes sobre la evolución de las condiciones externas. El estudio de la presión atmosférica, que no es perceptible, permite a meteorólogos aficionados y expertos hacer una evaluación más fiable de la previsión del tiempo.

¿Para qué sirve un barómetro?

Se sabe desde hace tiempo que el estudio de las variaciones de presión atmosférica permite predecir la evolución del tiempo. Las perturbaciones atmosféricas son responsables de las variaciones de presión: una presión baja, y sobre todo si es un descenso rápido, indica una depresión y, por lo tanto, mal tiempo. Del mismo modo, un aumento de la presión atmosférica suele indicar que vuelve el buen tiempo. Estas previsiones a corto plazo son muy útiles para evaluar la previsión del tiempo de las próximas horas. El barómetro es, por tanto, una de las herramientas más útiles para los jardineros, así como para las personas que trabajan al aire libre o que tienen que planificar actividades deportivas o de ocio al aire libre.

Sin embargo, la observación de la presión atmosférica con un barómetro por sí sola no es suficiente para predecir el tiempo de manera fiable. Por ello, un barómetro a menudo se asocia con otros instrumentos de medición: un anemómetro para medir la fuerza del viento, un termómetro para conocer la evolución de las temperaturas, una veleta para determinar la dirección del viento o un higrómetro para medir la tasa de humedad presente en el aire.

Sin duda las indicaciones del barómetro son esenciales, pero deben combinarse con otros datos para obtener previsiones meteorológicas fiables. No obstante, la observación del barómetro permite conocer muy localmente la tendencia a corto plazo y anticipar posibles cambios de tiempo.

¿Cómo se ajusta el barómetro?

No basta con comprar un barómetro, también es necesario instalarlo, saber leer la medición e interpretar los resultados.

Instalar el barómetro

Para obtener buenos resultados, elija la ubicación correcta para su herramienta de medición. Un barómetro es un instrumento sensible. Manténgalo alejado de cualquier fuente de calor y asegúrese de que esté bien estable para evitar golpes y vibraciones. Una vez instalado, evite moverlo para que no se desajuste. Tampoco agite el barómetro; si cree que la aguja está atascada, golpéela con el dedo.

Calibración del barómetro

Para que funcione correctamente, una herramienta como el barómetro debe calibrarse, es decir, ajustarse antes de su primer uso. Consulte con los servicios de su ciudad para conocer la presión atmosférica local. La mayoría de los municipios podrán facilitarle esta dato; de no ser así, póngase en contacto con el aeropuerto más cercano o con la central meteorológica de su zona. Una vez obtenida la información, ajustar el barómetro con un destornillador y con el tornillo de ajuste del dispositivo hasta que la manecilla indique el valor deseado.

Dependiendo de su posición, ajuste ligeramente la posición de la aguja: la presión disminuye en aproximadamente un hectopascal cada 8 metros, téngalo en cuenta si utiliza como información de referencia la presión medida en una ciudad situada a una altitud superior o inferior. Una vez realizada esta primera calibración, su barómetro estará listo para su puesta en servicio.

Funcionamiento del barómetro y lectura de los resultados

La presión atmosférica indicada por el barómetro cambia según la evolución del peso del aire ambiente. Se mide en hectopascales (hPa), a veces en milibares (mb) y oscila entre 960 y 1060 hPa. La aguja del barómetro se mueve cuando cambia la presión: por debajo de 1013 hPa, indica una depresión, por encima de 1013 hPa, un anticiclón.

Los profesionales generalmente se refieren a la presión a nivel del mar, es decir, la presión teóricamente correspondiente a la altitud cero. Este valor es en promedio 1013 hPa, por lo que se usa como valor de referencia.

Si la aguja permanece fija, puede significar que la presión no cambia o que el dispositivo no funciona correctamente. En caso de duda, colóquela en una bolsa de plástico y comprímala ligeramente. Si la presión no aumenta, debe ajustar el barómetro. Compruebe que la aguja no está en el tope; si es necesario, gírela una vuelta completa y vuelva a calibrar el dispositivo.

Elección del barómetro

Existen diferentes tipos de barómetros:

  • Barómetros de gas: En este caso, un determinado volumen de gas se comprime o expande dependiendo de la presión atmosférica.
  • Barómetros de mercurio: También conocido como barómetro de Torricelli, llamado así por su inventor, el barómetro de mercurio mide la presión en un tubo de vidrio evaluando el equilibrio entre el peso del aire y el peso del mercurio. Se utiliza cada vez menos debido a la fragilidad del vidrio y a la toxicidad del mercurio.
  • Barómetros aneroides: Miden la deformación de un cuerpo metálico por efecto de la presión atmosférica.
  • Barómetros electrónicos: Estos modernos dispositivos traducen las variaciones de presión en valores numéricos. La lectura se realiza en una pantalla digital.
  • Barógrafos: También conocidos como barómetros registradores, estos dispositivos registran las variaciones de presión en papel cuadriculado o almacenan los datos en el caso de las versiones electrónicas.

Para elegir el modelo de barómetro más adecuado es necesario identificar sus necesidades: espacio disponible, montaje en la pared o de pie, estética del aparato, uso (paseos en barco, senderismo, meteorología…). Para uso meteorológico, es preferible una estación meteorológica que proporcionará previsiones más fiables o deberá completar el uso del barómetro con otros instrumentos de medición: termómetro, higrómetro, anemómetro…