Netatmo y Somfy anuncian la compatibilidad del Termostato y de las Válvulas Termostáticas inteligentes con la Box conectada TaHoma
Las calderas de gas, fáciles de usar, rentables y sostenibles, se utilizan en millones de viviendas que desean disfrutar de un sistema de calor de alta eficiencia. Las calderas de gas clásicas o de baja temperatura funcionan, de forma simple, en tres tiempos y las de condensación, en cuatro tiempos:
Las calderas de condensación de gas tienen muchas ventajas y muy pocos inconvenientes: son eficientes, rentables, no ocupan demasiado espacio, muy fáciles de instalar y mantener, son más ecológicas que otro tipo de calderas y su vida útil puede prolongarse hasta 10 o 20 años. ¿Su principal inconveniente? El elevado precio del propano (obviamente, para las calderas de gas propano), y la necesidad de almacenamiento y reaprovisionamiento cada dos años. Podemos encontrar calderas de gas de las mejores marcas y modelos como Baxi, Junkers, Saunier Duval, Cointra Superlative, Neodens Plus, Vaillant Ecotec, Ferroli, Ariston, y muchas más.
Uno de los principales puntos fuertes de una caldera de gas es que hacer su instalación es igual de fácil en una vivienda nueva que en una reformada. Por lo general, se suele tratar de un modelo de caldera mural que ocupa poco espacio y la hace apta para espacios pequeños.
Además, las calderas de gas de pared se pueden instalar en la cocina sin ningún problema, lo que permite utilizarlas incluso en apartamentos de pequeño tamaño. Los modelos de suelo ocupan algo más de espacio y su instalación es algo más complicada (excepto si ya disponemos de un sistema de calefacción de caldera en el suelo). También el precio de las calderas murales suele ser inferior.
¡Con el termostato conectado e inteligente Netatmo, podrá optimizar el rendimiento de su caldera! Podrá programar, controlar y regular su sistema de calefacción con más precisión para reducir su factura de consumo de energía.
Como acabamos de ver, las calderas de gas pueden instalarse en la pared o en el suelo, y funcionar con gas natural o gas propano. Mientras que las calderas de gas natural tan solo hay que conectarlas a la red, las de gas propano han de estar conectadas a un tanque de gas almacenado.
Además de estos dos aspectos diferenciales, existen 3 principales tipos de calderas de gas: calderas de gas clásicas, calderas de gas, de baja temperatura y calderas de gas por condensación. Es posible que ya haya oído hablar de esta tercera opción últimamente. Es la caldera de gas que está teniendo más demanda por sus indudables ventajas.
La caldera de gas clásica fue el primer modelo de caldera de gas que existió hasta que surgieron otros modelos más avanzados. El funcionamiento de estas calderas es muy simple y se reduce a lo esencial como ya hemos mencionado anteriormente. Este tipo de calderas son las más económicas, aunque también las menos eficientes.
Las calderas de baja temperatura es la sucesora de las calderas de gas clásicas, aunque ambas son muy similares. La única diferencia entre ambas calderas es que esta última limita la temperatura de partida a unos 40º para aumentar el rendimiento. De todas formas, ¡hay que comprobar que los radiadores del sistema de calefacción sean compatibles con la caldera de baja temperatura!
Por último, llegamos a la caldera de condensación, el más novedoso y eficiente modelo de calderas de gas. Al contrario que las calderas clásicas, la caldera de gas de condensación utiliza los humos y vapores de agua para obtener un plus de rendimiento. Este procedimiento permite ganar en eficiencia y limitar la pérdida de energía durante el calentamiento. Gracias a este sistema de calderas de condensación de mayor potencia, la energía se aprovecha de forma óptima, el consumo de la caldera es menor y, por tanto, el importe de la factura disminuye.
Hay que tener en cuenta que las calderas de gas de baja temperatura poco a poco están siendo reemplazadas por las calderas de condensación, que son de Alta Eficiencia Energética (AEE), en toda la Unión Europea. Por otra parte, el gobierno concede ayudas estatales solo para la compra de este tipo de calderas.
Por último, las calderas de gas de condensación son el modelo más caro de calderas de gas, aunque también son las más rentables.
Para la instalación de la caldera de gas tradicional, de baja temperatura, o de condensación, podemos elegir entre dos sistemas para la evacuación de humos y vapores:
El rendimiento de las calderas de condensación de gas es mucho más elevado que el de las calderas de gas tradicionales y las de baja temperatura. Un sistema de calefacción de una caldera de condensación de gas puede llegar hasta un 110% de eficiencia gracias al uso de gases de combustión. Por otro lado, las calderas de gas convencionales no suelen superar el 100%. Por lo general, alcanzan aproximadamente un 93% de eficiencia.
En cuanto al precio, depende del tipo de caldera y de la potencia que tenga. Una caldera de gas clásica suele costar entre 500 y 2500 €, mientras que una caldera de gas de baja temperatura cuesta algo más. Por su parte, el precio de las calderas de gas es bastante superior: ¡entre 3000 y 8000€ en función de su potencia! Pero por suerte, el ahorro que obtendremos a plazo, hacen que sean más rentables que las calderas clásicas de gas o baja temperatura, a pesar de su elevado precio.
Además, al adquirir una caldera de gas de condensación podremos acogernos a ayudas y subvenciones gubernamentales. En España, estas subvenciones son competencia de cada autonomía. Por tanto, si queremos solicitarlas, deberemos dirigirnos al organismo correspondiente de nuestra comunidad autónoma. Las calderas clásicas de gas y las de baja temperatura no están incluidas en las ayudas ya que no son ecológicas. Aunque emiten menos CO2 que una caldera de gasoil o una estufa de leña, sus emisiones de carbono son importantes.
Reemplazar una caldera antigua por una caldera de gas (preferentemente de condensación o de mínima baja temperatura), es una opción interesante por muchos motivos. Este sistema de calefacción de gas goza del beneplácito de la mayoría. La caldera más eficiente es la caldera mural de condensación: ¡gana la partida frente a los otros modelos de sistemas productores de calor en cuanto a eficiencia energética, rendimiento y relación calidad-precio!