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El sueño es fundamental, como ya sabemos… pero ¿sabemos por qué? El sueño es reparador. Literalmente. Durante el sueño, la secreción de hormonas es más intensa, lo que acelera la cicatrización de heridas, incrementa la inmunidad y mantiene el equilibrio hormonal. La falta de sueño, la apnea o las alteraciones nocturnas pueden representar, por tanto, un riesgo real para la salud.
También hay que mencionar que el sueño hace que la memoria funcione de manera óptima clasificando y almacenando la información diaria en el cerebro.
Por tanto, al dormir mal sufriremos somnolencia diurna, irritabilidad, trastornos de atención, trastornos hormonales e incluso insuficiencia cardiaca. Los síntomas no tardaran en aparecer y el diagnóstico se puede establecer rápidamente.
La apnea del sueño es un trastorno médico cuyos efectos pueden ser peligrosos, a corto o largo plazo.
¿Qué es y qué puede causar la apnea del sueño? La apnea es una enfermedad obstructiva del sueño que se reconoce por una serie de síntomas elocuentes: una serie de paradas involuntarias de la respiración durante el sueño, denominadas "apneas". Estas apneas son momentos en los que se detiene la respiración sin motivo aparente. La apnea obstructiva del sueño es un síndrome de las vías respiratorias superiores que suele ser benigno, pero que debe vigilarse y tratarse en caso necesario.
El síndrome de apnea del sueño es un problema médico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Los individuos más afectados por estos trastornos respiratorios que deterioran el sueño son los hombres de entre 55 y 70 años.
Este tipo de trastornos del sueño suelen afectar a personas mayores, con sobrepeso o que suelen roncar fuertemente.
Pero también hay otros factores que pueden provocar problemas de respiración durante el sueño, según la revista médica American Thoracic Society en marzo de 2017. Al parecer, uno de los principales factores de riesgo de la apnea y otros problemas relacionados con el sueño, sería la polución del aire.
Se trata de la contaminación interior (en especial la calefacción doméstica), aunque a veces la apnea también está relacionada con la contaminación exterior (tráfico rodado).
Cuando hablamos de dejar de respirar, eso puede dar miedo. Y con toda la razón ya que supone un riesgo real para la salud, en especial para las personas que padecen asma, alergias o dificultades respiratorias. Estas personas son más propensas a sufrir apnea del sueño cuando existe una alta contaminación interior.
Por la noche, la respiración es más profunda, lo que provoca que se ingieran más partículas contaminantes, provocando problemas con el sistema nervioso y el tracto respiratorio. Por tanto, la mala calidad del aire agrava aún más los síntomas de la apnea del sueño en personas con respiración frágil.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la contaminación del aire también tiene un impacto negativo en la calidad del sueño de todas las demás personas.
Por lo tanto, el estudio publicado en la revista médica American Thoracic Society sugiere un cierto vínculo entre la contaminación (del aire) y los trastornos del sueño como la apnea.
Volvamos a este estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington en Estados Unidos: se analizaron los datos médicos de 1.863 participantes del Estudio de aterosclerosis multiétnico (MESA) para establecer la relación que existía entre la calidad del sueño y la contaminación del aire. Los contaminantes analizados fueron, el NO2 (dióxido de nitrógeno, un gas contaminante ligado al tráfico rodado) y el PM2.5 (partículas finas).
La autora principal del estudio, Martha E. Billings, profesora adjunta de medicina en la Universidad de Washington, concluyó: "Pensamos que era probable que hubiera alguna relación, ya que la contaminación del aire provoca irritación, hinchazón y congestión de las vías respiratorias superiores y también puede afectar a las vías respiratorias superiores, al sistema nervioso central y a las áreas del cerebro que controlan los patrones de respiración y el sueño.
Los números hablan por sí mismos: durante un período de 5 años, el grupo que tenía los niveles más altos de NO2 tenía un 60% más de probabilidades de sufrir alteraciones del sueño en relación a los participantes con los niveles más bajos de NO2.
Este es el estudio principal que se ha realizado hasta la fecha sobre este tema, por lo que aún no se ha establecido con más detalle la relación que confirme claramente que la contaminación en interiores es uno de los elementos causantes del síndrome de apnea del sueño.
Para mejorar la calidad del aire y reducir el riesgo de trastornos del sueño como la apnea, ¡empiece a tomar medidas! Gracias a sus sensores, la Estación Meteorológica Inteligente Netatmo proporciona toda la información relativa a la calidad del aire interior. Además, avisa cuando es el momento de airear. Proteja su salud mejorando la calidad de su sueño.
¿Hay que mejorar la calidad del aire para disfrutar de un sueño reparador y reducir los síntomas del síndrome de apnea del sueño? Por supuesto que sí. Para ello, es fundamental airear bien por la mañana y por la noche, para ventilar de forma eficaz y, en general, para asegurar la renovación del aire en el interior de la vivienda.
Medir la calidad del aire es el primer paso para mejorarla y reducir el riesgo de sufrir apnea del sueño. Con una buena información, es más fácil combatir la contaminación interior y, por lo tanto, mejorar nuestra calidad de sueño.
Está comprobada la relación que existe entre la contaminación interior, la calidad del sueño y la apnea. ¿Lo mejor que podemos hacer para evitar este problema? ¡Mejorar la calidad del aire interior y luchar también contra el ruido, la luz y la pérdida de calor para un sueño perfecto!