Netatmo y Somfy anuncian la compatibilidad del Termostato y de las Válvulas Termostáticas inteligentes con la Box conectada TaHoma
Como probablemente sepa, el aire dentro de la casa suele estar mucho más contaminado que el aire exterior. De hecho, hay varios gases nocivos que afectan a la calidad del aire, compuestos orgánicos volátiles, que degradan el aire saludable, y muchas otras partículas finas, que causan problemas de salud.
Lamentablemente, la cocina es una de las principales causas de la contaminación interior que, sin duda, acecha nuestros hogares. Por tanto, controlar la calidad del aire en la cocina es un requisito esencial para la salud.
El hogar suele ser una causa de contaminación interior. Esta realidad comienza a estar en la mente de todos. Y lo mismo ocurre con la cocina debido a los compuestos orgánicos volátiles que se emiten al cocinar, y a las partículas finas adheridas a ellos.
¿Cuáles son los riesgos de la exposición a la contaminación de la calidad del aire en interiores, causada al cocinar? Los mismos que los que provoca cualquier contaminación del aire interior: alergias, irritaciones oculares, asma… y mucho más.
Por eso es importante controlar el nivel de contaminación del aire y al mismo tiempo la calidad del aire interior en su hogar. ¡Tomemos las medidas adecuadas y luchemos contra esta enfermedad que puede afectar rápidamente a la salud!
La cocina es una fuente importante de contaminación del aire interior. Para controlar y mejorar la calidad del aire interior, la Estación Meteorológica Inteligente Netatmo es la aliada perfecta ya que le permitirá tomar las medidas necesarias para limpiar y renovar el aire y restaurar el nivel de humedad. Además de medir los niveles, debe optar por una ventilación más regular, mejorar el sistema de ventilación o elegir productos más responsables con el medio ambiente.
Los aparatos que más contaminantes del aire interior y sustancias nocivas emiten en la cocina son electrodomésticos como el horno o la tostadora. Investigadores estadounidenses de la Universidad de Colorado en Boulder demostraron en un estudio de 2019 que estos dispositivos emiten grandes cantidades contaminantes del aire interior: entre ellos, partículas finas, monóxido de carbono, dióxido de carbono y COV que influían en el indoor air quality de la vivienda. Aunque ya tenían sospechas de que ocasionaban contaminación interior, hasta entonces no habían demostrado lo grave que era la situación.
Para ello, los investigadores asaron un pavo con verduras para hacer el experimento mencionado anteriormente: los niveles de partículas finas que se midieron en la atmósfera de la vivienda al terminar el asado fueron más altos que los de la ciudad india de Nueva Delhi … ¡que es una de las más contaminadas del mundo! Y, todo eso por asar un pavo.
Pero el problema, es que dichas partículas no cayeron de inmediato. Ese es el principal problema de la contaminación por partículas finas en interiores. El aire interior más contaminado se mantuvo durante más de 8 horas. Durante todo ese tiempo se mantuvo por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 10 microgramos.
Inquietante, ¿verdad?
De hecho, los científicos incluso tuvieron que recalibrar sus dispositivos de medición para poder continuar el experimento de medición del aire interior en edificios y viviendas. El estudio sirvió, -entre otras cosas- para que las marcas de cocina y electrodomésticos se “pusieran las pilas” para crear productos más respetuosos con el medio ambiente, la salud y el aire interior de los hogares.
Estos resultados de la calidad del aire en interiores también deben servir para alertar a la opinión pública sobre los efectos nocivos de los electrodomésticos de cocina, sobre el aire interior.
Pero estos dispositivos contaminantes no son los únicos responsables de la mala calidad del aire interior. También podemos señalar a los alimentos carbonizados, las llamas de gas, los aceites de cocina o la grasa animal como responsables de la contaminación en espacios cerrados, procedente de la cocina.
En definitiva, es posible que el olor que emana de la cocina sea tentador y se nos haga la boca agua cuando estamos cocinando… ¡Pero también es el momento en el que el aire que respiramos está más contaminado! (Perdón por estropear este exquisito momento).
Con la Estación Meteorológica Inteligente Netatmo , estamos dando el primer paso para reducir el nivel de contaminantes del aire en el hogar. Cuanta más información fiable tengamos, mejor podremos combatir las partículas finas, los COV y otros contaminantes emitidos por la cocción. Para acabar con la contaminación interior, lo primero que hay que hacer es conocer y medir sus niveles.
No hay ningún secreto para deshacerse de la contaminación del aire en espacios interiores y mejorar la calidad del aire en la vivienda. La ventilación mecánica, o airear durante al menos 10-15 minutos por la mañana y por la noche, adoptar un sistema de ventilación permanente y eficiente para renovar el caudal del aire y elegir productos para el hogar y la cocina que respeten el medio ambiente, así como su hogar y su salud.
Pero, sobre todo, lo esencial es ventilar bien la cocina, y si es posible, el resto de la vivienda, después de cocinar. Ese es el momento de dejar salir los gases, contaminantes y partículas finas que se formaron durante la cocción y que después pueden contaminar el resto de la casa.
Los consejos de ventilación y limpieza que nos llegan de todas partes son perfectos para evitar que la cocina se convierta en una fuente importante de contaminación interior.
Obviamente, ¡no podemos aconsejarle que deje de cocinar! La idea es hacerlo mejor, con productos más saludables, limpiando la estancia sin contaminarla y asegurando una renovación suficiente del aire.
La contaminación del aire interior se puede encontrar en cualquier rincón de la casa, incluso durante actividades que no sospechamos que puedan tener efectos negativos. Por eso es importante medir la calidad del aire interior con un dispositivo adecuado y limitar los tóxicos que provocan la contaminación interior: COV, gases como el CO2, partículas finas, etc. Y, lo más importante: renovar el aire de manera eficiente.