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Cada vez es menos habitual que las viviendas españolas sigan usando las bombonas de butano como fuente de energía de calor para la calefacción y el agua caliente sanitaria. Desde hace años, la transición energética hacia el gas natural ha sido constante y en ascenso ya que este sistema es mucho más seguro. Pero a fin de que las instalaciones mantengan su nivel de seguridad, la ley establece una revisión y mantenimiento de forma periódica, en este caso, anual.
Según se establece en el RD del 1027/2007 del 20 de julio, es obligatorio realizar la revisión de la caldera de gas e instalaciones térmicas cada dos años mientras que la revisión de la instalación de gas, se hará cada cinco años. Las compañías energéticas habitualmente suelen ofrecer a los usuarios la opción de contratar el servicio de mantenimiento con ellos (servicio técnico oficial Saunier Duval, Ferroli, Vaillant, etc.), aunque esto no es obligatorio y es el usuario quién ha de tomar la decisión final.
Hay que decir que no existen sanciones legales en caso de no cumplir con el requisito del mantenimiento de las calderas y calentadores de gas. Sin embargo, en caso de fuga (con emisiones de monóxido de carbono) o de avería, las consecuencias serían importantes.
También la duración de la caldera depende en buena medida de un correcto mantenimiento. Mientras que una caldera de gas que ha estado bien revisada y controlada puede durar hasta 20 años, las que no lo han sido pueden quedar inservibles en la mitad de tiempo. Un dato que siempre debemos tener en cuenta.
El riesgo de sufrir problemas y averías también es superior en las calderas a las que no se les hace mantenimiento regular. Según Gas Natural Fenosa, el riesgo de averías o mal funcionamiento es hasta 5 veces mayor.
Obviamente, todo esto termina repercutiendo en nuestro bolsillo. Las calderas de gas que disfrutan de un buen mantenimiento consumen hasta un 12% menos de energía y emiten menos cantidad de CO2.
Todos los años, la caldera debe ser revisada por un profesional. ¿Qué operaciones se incluyen en el mantenimiento anual?
Al terminar la revisión, el técnico nos remitirá un informe con las operaciones que ha realizado en la revisión de la caldera de gas, lo que también nos servirá como justificante legal de que se ha realizado el mantenimiento. Y a partir de ahí, ¡ya estaremos preparados para usar la calefacción durante el crudo invierno sin ningún tipo de riesgos!
Para el mantenimiento y reparación de la caldera se suele realizar un contrato de mantenimiento anual para confirmar que la operación ha sido realizada por un técnico de mantenimiento y reparación certificado. Se pueden realizar diferentes tipos de contrato de revisión de calderas de gas, de duración determinada o indeterminada.
El contrato de mantenimiento de la caldera puede incluir otro tipo de servicios. Por ejemplo, asistencia 24 horas, limpieza del sistema de calefacción, o una extensión de la garantía para la reparación de las calderas. Estas suelen ser las diferencias entre un mantenimiento básico y un servicio completo.
Puesto que la revisión anual de la caldera es obligatoria (además de necesaria por los motivos expuestos anteriormente), es importante saber cuánto vamos a pagar.
Hay que saber que el precio del contrato de mantenimiento de calderas dependerá de ciertos factores como, por ejemplo, del tipo de aparato o de la ubicación geográfica de la vivienda. Por lo general, las tarifas de mantenimiento suelen oscilar entre los 60 y 80 €, solo por la mano de obra y desplazamiento del técnico. Si además hay que realizar el cambio o reparación de alguna pieza, el precio subirá.
Dependiendo del tipo de contrato, la horquilla de precios del mantenimiento y reparación de calderas podría oscilar entre 60-130€ al año para las revisiones básicas, y entre 60-180 para los contratos con servicio completo.
Ambas tarifas siguen siendo asequibles, aunque no hay que olvidar que, si hubiera que cambiar alguna pieza, el precio podría incrementarse. Por tanto, lo mejor es planificar y reservar una cierta cantidad para posibles gastos extra.
Por regla general, el inquilino de la vivienda es el que debería llamar al profesional para que realice el mantenimiento anual de la caldera de gas individual.
Por su parte, también el propietario podrá exigir a su inquilino que se encargue del mantenimiento, sin que pueda imponerle una empresa en particular y sin que tampoco tenga que pagarlo él mismo.
Por último, por lo que respecta a la calefacción de gas colectiva de una comunidad de vecinos, será el propietario o la comunidad quienes tendrán que encargarse íntegramente del mantenimiento anual de la caldera, de contactar con el técnico y de pagar el contrato de mantenimiento.
Realizar el mantenimiento de la caldera de gas es algo imprescindible por todos los motivos que acabamos de ver. Por tanto, ¡solo falta elegir el contrato que mejor se adapte a nuestras necesidades y cumplir con este requisito anual! Con un adecuado mantenimiento mejoraremos nuestra eficiencia energética y evitaremos riesgos como los siguientes: averías, intoxicaciones, rotura prematura de las piezas, consumo excesivo de energía o contaminación por CO2.