¿Qué ventajas ofrece un radiador de hierro fundido?

Los radiadores de hierro fundido, también llamado radiador de elementos, suele ser un radiador de inercia. Es uno de los tipos de radiador más extendidos y también de los más antiguos. Entre sus ventajas podemos citar el buen nivel de inercia que ofrece, gracias al hierro, el material en el que está realizado. Estos radiadores suelen estar conectados al sistema de calefacción central (por lo general, una caldera) para difundir el calor por la estancia en la que están instalados, de forma muy eficaz.

¿Cómo funcionan los radiadores de hierro fundido?

Los radiadores de hierro fundido, con acabado por lo general de color blanco o plateado, dan un calor suave y agradable. Estos radiadores, cuando son de agua caliente, están conectados al sistema de calefacción central de la vivienda. El agua es calentada por una caldera de gas, gasoil, carbón, calefactor solar, o incluso por una bomba de calor. A continuación, el agua caliente circula por el interior del radiador calentando toda la estancia. En los radiadores de baja temperatura el agua se calienta hasta 40-50º mientras que en los de alta temperatura llega a alcanzar los 70-90º.

Los radiadores de hierro fundido utilizan la radiación a través de sus paredes calientes como modo de propagar el calor, y también utilizan la conducción y la convención provocada por el movimiento del agua.

Los radiadores de hierro fundido ofrecen una excelente inercia. Es decir, una gran capacidad para acumular el calor, para restituirlo posteriormente. Esto es una gran ventaja para el ahorro de energía y sobe todo, para lograr un excelente confort térmico. Por tanto, el calor que proporcionan estos radiadores es homogéneo, progresivo, constante y duradero ya que continúa durante un tiempo después de que el radiador se haya apagado. ¡Perfecto para ahorrar en la factura de energía y para reducir las pérdidas de energía!

Radiador de inercia de hierro fundido

El radiador de inercia de hierro fundido es una versión tecnológicamente más avanzada que los modelos tradicionales. Al contrario que los radiadores de hierro fundido de agua caliente, los de inercia no están conectados al sistema de calefacción central de la vivienda. El radiador de inercia tiene un cuerpo calefactor de hierro fundido (inercia sólida) o bien en forma líquida (inercia líquida) que envuelve a una serie de resistencias eléctricas calefactoras.

El radiador de inercia mantiene aún más energía que el radiador de hierro fundido de agua caliente. De ahí su nombre: ofrece una inercia aún mejor que le permite difundir el calor durante mucho tiempo, una vez que el aparato ya ha sido apagado.

¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de un radiador eléctrico de hierro fundido?

Los radiadores de hierro fundido tienen multitud de ventajas

  • El hierro fundido es un material de calidad con propiedades térmicas naturales
  • Un tipo de radiador que ha demostrado su eficiencia a lo largo de muchos años
  • Un aspecto estético y un diseño inconfundible reforzado por la gran belleza del hierro fundido, un material natural y auténtico con aires de nostalgia
  • Su excelente inercia lo ha convertido en una referencia frente a otro tipo de radiadores ya que, gracias a ella, se puede ahorrar entre un 15 y un 30% de energía
  • El radiador de hierro fundido de inercia dispone de una inercia aún más importante
  • Su gran confort térmico ofrece un calor suave y agradable a toda la estancia
  • Es muy robusto y sólido. No se estropea y apenas necesita mantenimiento. Con purgarlo una vez al año, es suficiente
  • No hay riesgo de corrosión
  • Larga durabilidad, superior a la de otros tipos de radiadores de agua caliente
  • La calefacción central se puede cambiar y conservar los radiadores de hierro fundido existentes (ideal para obras de reformas)
  • No provocan sequedad ambiental
  • No mueve el polvo
  • Los radiadores de hierro fundido de baja temperatura ayudan a reducir el consumo de energía manteniendo un agradable nivel de confort térmico
  • Se puede instalar fácilmente un termostato en el radiador para controlarlo y programarlo a distancia.

Inconvenientes de los radiadores de hierro fundido de elementos

  • El tiempo hasta que se calientan los radiadores puede ser largo e incluso muy largo en función del tamaño del radiador: es posible que haya que esperar muchos minutos hasta alcanzar una buena temperatura
  • El precio de algunos modelos de radiador puede ser muy caro: los radiadores de mayor tamaño y mejor rendimiento pueden llegar a costar varios miles de euros
  • El espacio que ocupa un radiador puede ser importante ya que este tipo de aparatos suelen ser muy grandes: hay que asegurarse de que habrá espacio suficiente para hacer la instalación
  • Puede que, con el tiempo, el hierro se oxide dependiendo del modelo y de su utilización.

El termostato conectado e inteligente Netatmo se puede instalar en un radiador de hierro fundido para controlarlo y programarlo fácilmente. Podrá determinar con antelación diferentes temperaturas para cada franja horaria. ¡Controle a distancia su radiador de hierro fundido para conseguir un mayor ahorro de dinero y energía!

¿Cuánto cuesta un radiador de hierro fundido?

Es difícil establecer un precio medio para un radiador de hierro fundido clásico. El precio podrá variar mucho dependiendo de su número de elementos, tamaño, prestaciones, diseño o marca. Para hacernos una idea, podemos movernos en una horquilla de entre 300 y 1.000 € para radiadores de hierro fundido de agua caliente o eléctricos.

Pero también existen radiadores de hierro fundido de gama baja por unos 200 €, y otros modelos de gama alta que pueden costar hasta 2.000 o 3.000 euros. ¡E incluso hay modelos de diseño que pueden costar mucho más, como esos con patas y acabado artesanal con un aire de nostalgia que combinan a la perfección con el estilo retro!

Para calcular el precio, hay que tener en cuenta el número de elementos del radiador. Mientras más segmentos tenga, mayor será su rendimiento y, por tanto, su precio aumentará de forma proporcional. También hay que contar un precio de colocación de entre 40 y 200 € por radiador. En el caso de los radiadores de inercia, cualquiera con un poco de nociones de bricolaje puede realizar la instalación.

Los radiadores de hierro fundido nunca pasan de moda. Son un sistema muy interesante para conectarlo al sistema de calefacción central de la vivienda. Diseño, rendimiento, inercia, longevidad… gracias a todas estas ventajas han conseguido perdurar en el tiempo, aunque poco a poco van siendo reemplazados por radiadores de acero.