Netatmo y Somfy anuncian la compatibilidad del Termostato y de las Válvulas Termostáticas inteligentes con la Box conectada TaHoma
La huella de carbono es un concepto relacionado con la ecología. Para entendernos, se trata del volumen de CO2 que emiten los seres vivos (persona, animal o vegetal), empresas, países o incluso objetos, a través de sus actos o funcionamiento.
Este gas de efecto invernadero es en buena parte el responsable del cambio climático, calentamiento climático, calentamiento global, o como queramos llamarlo. Las energías fósiles, sobre todo las que se usan para el transporte, el sector agroalimentario o incluso el sector de la energía, son las que más emiten estos gases.
Con las previsiones climáticas que hay para el futuro (¡hasta 8º más para el 2.100) es urgente reducir la huella de carbono, y más concretamente, todas las emisiones de dióxido de carbono. Obviamente, esto es más fácil decirlo que hacerlo, aunque la reducción del consumo de energía es un buen punto de partida para combatir el daño potencial del calentamiento global.
Las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente las de CO2 (dióxido de carbono) y metano, son las mayores responsables del cambio climático. Suponen una amenaza para toda la biodiversidad, de los océanos a los bosques, pasando por los humanos y el resto de especies animales.
Las previsiones de los organismos internacionales relacionados con el cambio climático son rotundas: el clima se está calentando más rápidamente de lo esperado, los glaciares también se están fundiendo más rápidamente, el nivel del mar no deja de subir y las temperaturas extremas, los tornados, huracanes y la sequía se multiplican.
También está comprobado que el cambio climático está provocado por los humanos, en particular, desde el siglo XVIII. Si nada cambia, las consecuencias serán desastrosas. Muchos expertos vaticinan que nuestra civilización termo industrial colapsará. Esto supondría el fin del mundo tal y como lo conocemos y resulta imposible saber lo que ocurriría después.
Para limitar los efectos del calentamiento climático es necesaria la reducción de la huella de carbono, empezando por las emisiones diarias de gases de efecto invernadero. Transporte, alimentación, calefacción, hábitos de consumo, vivienda… ¡hay muchos aspectos en los que mejorar!
El termostato conectado e inteligente Netatmo nos permite reducir la huella de carbono. Se trata de un sistema eficaz para reducir el consumo de energía y de garantizar una calefacción más eficiente.
Algunas compañías han desarrollado programas para medir la huella de carbono en base a una serie de criterios y realizar un inventario de gases invernadero para ponerlos a disposición de empresas y particulares.
La calculadora de la huella de carbono se sirve de criterios como las emisiones directas de gas con efecto invernadero de los hogares, las emisiones procedentes de la producción interna de bienes y servicios y las emisiones importadas.
Como ejemplo, podemos citar algunos de los principales factores del inventario de emisiones, enumerados en el registro de los principales causantes de la huella de carbono:
El objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente las de dióxido de carbono para disminuir su impacto. Para ello hay que implantar estrategias y soluciones que se adapten a los diferentes sectores de actividad.
Los mecanismos de compensación del CO2 y del registro o huella de carbono son, sobre todo, de tipo económico, con donaciones y ayudas para plantar árboles, por ejemplo.
En el hogar hay muchos modos de reducir la huella de carbono y las emisiones (emisiones directas y emisiones indirectas) de gases de efecto invernadero. Esto supone realizar una serie de inversiones más o menos costosas, aunque necesarias.
Elegir bien la energía es primordial para conseguir la compensación de la huella de carbono
Como podemos imaginar empezar por invertir en una fuente de energía limpia y renovable para la calefacción y el agua caliente, ya es un primer paso importante. Calderas de condensación, calefacción solar, bomba de calor, aire-aire…. Lo más importante es contribuir a la reducción de emisiones evitando en lo posible los sistemas de calefacción que utilizan energías fósiles como el petróleo, el gasoil el carbón, el gas, etc. Lo mejor es buscar alternativas más limpias incluso aunque no sean totalmente inocuas, como en el caso de la electricidad, el biogás o la biomasa.
La transición energética es un concepto muy amplio que afecta a los hogares, pero también a las empresas y estados. Cada uno tiene que cumplir su papel.
Para animar a que los usuarios inviertan en sistemas que dejen menor huella de carbono, los gobiernos ofrecen diferentes tipos de ayudas para la transición energética. Si está pensando en cambiar su instalación, no dude en informarse sobre estas ayudas y subvenciones en su CCAA.
Existen muchos modos de realizar la compensación de la huella de carbono y de reducir las emisiones. ¡Hay que dejarse de excusas! Es el momento de luchar contra el cambio climático y limitar nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.